Misterios Gloriosos.
El Santo Rosario está conformado por 20 misterios , divididos de la siguiente manera:
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
La Resurrección de Cristo, al tercer día después de su entierro ("Resurrectio")
«El primer día de la semana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado"» (Lc 24, 1-6). «"Si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe" (1Cor 15, 14). La Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y enseñó»
Padre Nuestro.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Dios te Salve. (10 Veces)
Dios te salve, María, llena eres de gracia; El Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria.
Gloria al padre, al hijo y al espíritu santo.
Come era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen
Jaculatorias.
* María, madre de gracia, madre de piedad y de misericordia.
En la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
* "Oh mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno. Lleva a
al cielo todas las almas, especialmente a las más necesitadas de vuestra infinita
Misericordia". Amen
* El rosario de María nos libre de todo mal.
Alabemos noche y día a la Reina Celestial.
* María llena de dolor.
Haced que cuando expiremos nuestras almas entreguemos, en las manos del señor.
* Ven divina voluntad, ven a reinar en los corazones de nuestra familia y del mundo entero.
Amen
La Ascensión del Señor al Cielo, pasados cuarenta días tras la resurrección (Ascensio)
«El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios» (Mc 16, 19).
«Esta última etapa permanece estrechamente unida a la primera, es decir, a la bajada desde el cielo realizada en la Encarnación. Sólo el que "salió del Padre" puede volver al Padre: Cristo»
(Hacemos las oraciones y jaculatorias, como en el primer misterio).
3er Misterio: La venida del espíritu santo sobre la Virgen María y los apóstoles.
La venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Descensus Spiritus Sancti)
«Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse» (Hch 2, 1-4).
«"Espíritu Santo", tal es el nombre propio de Aquél que adoramos y glorificamos con el Padre y el Hijo. La Iglesia ha recibido este nombre del Señor y lo profesa en el Bautismo de sus nuevos hijos»
(Hacemos las oraciones y jaculatorias, como en el primer misterio).
4to Misterio: La asunción de la Virgen María al cielo.
La Asunción de la Virgen María, en cuerpo y alma, al Cielo (Assumptio)
«Todas las generaciones me llamarán bienaventurada porque el Señor ha hecho obras grandes en mí» (Lc 1, 48-49).
«La Santísima Virgen María, cumplió el curso de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, en donde ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo, anticipando la resurrección de todos los miembros de su Cuerpo»
La Coronación celestial de la Virgen María, Reina del Firmamento (Regina del Firmamento)
«Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo los pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12, 1).
«Finalmente, la Virgen inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte»
(Hacemos las oraciones y jaculatorias, como en el primer misterio).
Terminando los 5 misterios, ofrecemos un padre nuestro, un Dios te salve y un gloria por las intenciones y salud del Santo Papa Francisco, y por toda la santa iglesia.
Salve.
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Bajo tu amparo.
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies las suplicas que te presentamos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!Amén.
Acto de consagración.
Bendita sea tu pureza.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Míranos con compasión, no nos dejes, Madre mía.
Mi corazón a tus plantas pongo sagrada María, para que a Jesús lo ofrezcas junto con el alma mía. Amén
San Miguel Arcángel.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la pelea. Sé nuestro amparo contra la maldad y las acechanzas del demonio. Reprimele ó Dios como rendidamente te lo suplicamos. Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, armado del poder divino, precipita al infierno a Satanás, y a todos los espíritus malignos que para perdición de las almas vagan por el mundo. Amén.
Ángel de mi guarda.
Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desamparen ni de noche ni de día , hasta que me pongan en paz y alegría con yodos los santos Jesús, José y María. Si me desamparas que será de mi, ángel de mi guarda ruega a Dios por mi. Amén
Dios mio, limpia mi corazón para que hoy día haga tu voluntad y esté con tigo, señor mio aparta de mi todo aquello que me aparta de ti, Dios mio yo creo, yo espero, yo te adoro y yo te amo, y te pido perdón por aquellos que no creen, no esperan, no te adoran y no te aman; Santísima trinidad padre, hijo y espíritu santo, os ofrezco el preciosisimo cuerpo, alma, sangre y dignidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de todos los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que el mismo es ofendido, y por los méritos infinitos de tu santísimo corazón y del corazón inmaculado de María, te pedimos la conversión de todos los pobres pecadores. Amen
Jaculatorias.
* Jesús, José y María, os ofrezco el corazón y el alma mía. (3 Veces)
* Sagrado corazón de Jesús, en vos confío. (3 Veces)
* Dulce corazón de María, sed la salvación del alma mía. (3 Veces)
* Divino niño Jesús, bendecidnos con amor. (3 Veces), en la tercera Divino niño Jesús, bendecidnos con amor y danos la paz.
* Benditas almas del purgatorio quien las pudiera aliviar?, que Dios las saque de penas y las lleve a descansar. (3 Veces)
* Dales señor el descanso eterno, y brille para ellas la luz perpetua. (3 Veces)
Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia y el amor de Dios, descansen en paz, así sea.
Oh San José Padre adoptivo de Jesucristo y verdadero esposo de la Virgen María, ruega por nosotros y por los agonizantes de este día y de esta noche. Amen
Bendición final.
Dulce madre no te alejes, tu vista de nosotros no apartes, ven con nosotros a todas partes y solos nunca nos dejes y ya que nos amas tanto como verdadera madre, haz que siempre nos bendiga.
El padre, el hijo y el espíritu santo. Amen